En la moneda ¿De quién es esta cara y esta inscripción?
En mi descanso de semana santa, un abejorro pegaba y pegaba en la ventana, mientras yo soportaba el calor – del mejor clima del mundo en Anapoima, el abejorro era grande, muy fuerte, y se chocaba con la ventana una y otra vez, repitiendo los mismos movimientos y sufriendo los mismos impactos, el vidrio nunca lo dejaría pasar al otro lado.
Al César lo que es el César y adiós que ya me voy; el cobro de tributos es muy antiguo, en muchos el cobro excesivo conduce a una rebelión, tengo la duda como voy a pagar mis impuestos, me tocará pedir crédito; el problema es que el Director del Banco de La Republica Dr. Uribe, en la revista Dinero nos informa que las tasas de interés de colocación están muy altas, y que los indicadores sugieren un crecimiento económico actual por debajo del potencial. Según los modelos macro publicados en BR con un crecimiento de 4 podemos aguantar, pero menor a 3 existirá otro escenario de estabilidad macro, con lo cual mis probabilidades de pagar mis créditos generados para pagar mis impuestos serán más bajas, y lo que llevaría a una inestabilidad financiera, por lo menos mis personales, pero es fácil pronosticar catástrofes.
De esos malos augurios no se trata este documento, se trata sobre los impuestos que parecen excesivos, en Anapoima la tierra del sol, se realizó una marcha por el impuesto predial, que en verdad, me pareció una falta de respeto por dejar que mujeres y hombres mayores, salgan a gritar al frente de la alcaldía para pedir la renuncia del alcalde, al final anunció una posibles políticas de reducción (hemos cambiado en cien años de soledad; pues la fuerza pública fue muy agradable con su misma gente).
Al llegar a Bogotá, la situación parece no ser diferente, las opiniones mostradas en los medios se resumen en la siguiente frase: No hay bolsillo que aguante, nos pusieron todos los impuestos al mismo tiempo, y los gastos de los niños fueron muy elevados, tres impuestos al mismo tiempo Carro, predial y valorización.
Es aquí donde retomo la estabilidad macro, si a todos los agentes se les reduce el ingreso disponible al mismo tiempo, y por otra parte, el gobierno piensa gastar al mismo tiempo todo ese dinero, afecta todas las expectativas de la economía; lo que explica mis tasas altas de interés sobre créditos de los impuestos. Sin hablar de la calidad del gasto, y la percepción de la falta de representatividad que sufren los contribuyentes. ("No taxation without representation"-tan viejo como la época de la colonia)
Pero no termina ahí, me han llegado noticias desde mi tierra natal Pasto, las personas están preocupadas del impuesto predial, preocupados por la representación que tienen y las altas tasas de impuesto que se ven enfrentados, y las marchas casi silenciosas sin un impacto verdadero.
La propuesta es sencilla, los colombianos somos los que hacemos funcionar la economía, y es la cara de los colombianos, la que debería estar en las monedas, todos los que pagan impuestos, los que creemos que las cosas pueden mejorar. Estos dineros son sagrados, pero no cobrar todo al mismo tiempo, con mecanismos de financiamiento de las mismas alcaldías (es un buen negocio dado las tasas). Se puede pensar un momento en el tiempo en donde se realicen las obras, y se pueda devolver el dinero sobrante porque salieron mucho más baratas, y donde pagar impuestos junto como la forma de gastarlo nos lleve a una mayor estabilidad.
Para terminar la historia del abejorro, la ventana no lo dejaba pasar al otro lado, con una toalla lo arropé suavemente y lo saqué por la ventana de alado donde existía todo el espacio para salir, en verdad creo que siempre hay una ventana, pero repetimos siempre lo mismo, en los mismo sitios, y al mismo tiempo.
En mi descanso de semana santa, un abejorro pegaba y pegaba en la ventana, mientras yo soportaba el calor – del mejor clima del mundo en Anapoima, el abejorro era grande, muy fuerte, y se chocaba con la ventana una y otra vez, repitiendo los mismos movimientos y sufriendo los mismos impactos, el vidrio nunca lo dejaría pasar al otro lado.
Al César lo que es el César y adiós que ya me voy; el cobro de tributos es muy antiguo, en muchos el cobro excesivo conduce a una rebelión, tengo la duda como voy a pagar mis impuestos, me tocará pedir crédito; el problema es que el Director del Banco de La Republica Dr. Uribe, en la revista Dinero nos informa que las tasas de interés de colocación están muy altas, y que los indicadores sugieren un crecimiento económico actual por debajo del potencial. Según los modelos macro publicados en BR con un crecimiento de 4 podemos aguantar, pero menor a 3 existirá otro escenario de estabilidad macro, con lo cual mis probabilidades de pagar mis créditos generados para pagar mis impuestos serán más bajas, y lo que llevaría a una inestabilidad financiera, por lo menos mis personales, pero es fácil pronosticar catástrofes.
De esos malos augurios no se trata este documento, se trata sobre los impuestos que parecen excesivos, en Anapoima la tierra del sol, se realizó una marcha por el impuesto predial, que en verdad, me pareció una falta de respeto por dejar que mujeres y hombres mayores, salgan a gritar al frente de la alcaldía para pedir la renuncia del alcalde, al final anunció una posibles políticas de reducción (hemos cambiado en cien años de soledad; pues la fuerza pública fue muy agradable con su misma gente).
Al llegar a Bogotá, la situación parece no ser diferente, las opiniones mostradas en los medios se resumen en la siguiente frase: No hay bolsillo que aguante, nos pusieron todos los impuestos al mismo tiempo, y los gastos de los niños fueron muy elevados, tres impuestos al mismo tiempo Carro, predial y valorización.
Es aquí donde retomo la estabilidad macro, si a todos los agentes se les reduce el ingreso disponible al mismo tiempo, y por otra parte, el gobierno piensa gastar al mismo tiempo todo ese dinero, afecta todas las expectativas de la economía; lo que explica mis tasas altas de interés sobre créditos de los impuestos. Sin hablar de la calidad del gasto, y la percepción de la falta de representatividad que sufren los contribuyentes. ("No taxation without representation"-tan viejo como la época de la colonia)
Pero no termina ahí, me han llegado noticias desde mi tierra natal Pasto, las personas están preocupadas del impuesto predial, preocupados por la representación que tienen y las altas tasas de impuesto que se ven enfrentados, y las marchas casi silenciosas sin un impacto verdadero.
La propuesta es sencilla, los colombianos somos los que hacemos funcionar la economía, y es la cara de los colombianos, la que debería estar en las monedas, todos los que pagan impuestos, los que creemos que las cosas pueden mejorar. Estos dineros son sagrados, pero no cobrar todo al mismo tiempo, con mecanismos de financiamiento de las mismas alcaldías (es un buen negocio dado las tasas). Se puede pensar un momento en el tiempo en donde se realicen las obras, y se pueda devolver el dinero sobrante porque salieron mucho más baratas, y donde pagar impuestos junto como la forma de gastarlo nos lleve a una mayor estabilidad.
Para terminar la historia del abejorro, la ventana no lo dejaba pasar al otro lado, con una toalla lo arropé suavemente y lo saqué por la ventana de alado donde existía todo el espacio para salir, en verdad creo que siempre hay una ventana, pero repetimos siempre lo mismo, en los mismo sitios, y al mismo tiempo.
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