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Mostrando entradas de 2015

Las marchas como forma de protesta: una propuesta infantil, ingenua

“… la mayoría de las marchas, salvo las que hacen parte del acervo folclórico y constituyen un mecanismo de integración social, son mucho ruido y pocas nueces… [s]on más una expresión que un instrumento para concretar logros; una forma de protesta social ingenua ; una solución infantil, poco creativa” Por Carlos J. Barbosa Aunque resulte de Perogrullo señalarlo, cualquier ciudadano “de a pie” bien podría advertir que durante un largo tiempo los miembros de la familia humana salimos a marchar contra todo; y algunas veces a favor de un “sub-todo”. ¿No? Pruebe con los canales globales como la BBC, la CNN, y la DW, solo por mencionar los medios más conspicuos del escenario occidental. En dicho sentido, el portafolio de temas comunes en el contexto global es tan amplio que resulta excusable, e inevitable, una “intentona tipológica”: marcha contra el calentamiento global; marcha contra la carrera armamentista; contra la voracidad del sistema financiero; contra las

La promoción de la incompetencia y de la injusticia distributiva: el mundo al revés

“[…] los miembros del legislativo que creen que las empresas son competitivas subsidiándoles su ejercicio, es decir haciéndoles su tarea, se equivocan de cabo a rabo, porque lo que terminan estimulando es un ‘empresarismo’ espurio, insostenible”.   Por Carlos J. Barbosa La reflexión que constituye el motivo de la presente opinión, se deriva de una noticia que se volvió titular y que alcanzó a tomar matices de escándalo. Evidentemente, se trata de la multa que estableció la Superintendencia de Industria y Comercio al gremio azucarero por “obstrucción a importaciones”. En principio, este hecho constituye el simple ejercicio del trabajo de la Superintendencia de Industria y Comercio.   Si bien hechos de esta naturaleza nos parecen ajenos cuando no distantes a los ciudadanos de a pie, nos incumben a todos, y nos conciernen toda vez que hacemos parte de esa “cosa” “abstracta” llamada Estado . Por ejemplo, ¿no le interesa al lector el Estado cuando le “meten la mano

Necessity is the mother of invention

Con quien nos quedamos “En manos de una clase política cicatera y de una parte del sector privado que a más de inepto, ha sido crónicamente su cómplice”

“En una palabra” Por: Carlos Javier Barbosa Castañeda. Dejemos el fetiche: Bogotá se construye a partir del ejercicio de la ciudadanía, no solamente participando en la “fiesta” electoral El estado actual de Bogotá es lamentable en muchos aspectos, pero como diría perniciosamente alguna celestina: “podría estar peor”. Se supone que es una mega-ciudad y, que pese a esto, no cuenta con una infraestructura digna de su tamaño e importancia, de la cual la ausencia del sistema de transporte Metro constituye el ejemplo más conspicuo. A propósito, este último evento muestra la mezquindad más extrema de la clase política, de sus elites, y de la población en general (por ser pasiva y cuando menos por no mostrar actitud de agencia). En realidad, lo que ocurre es que todos somos culpables de la ciudad que tenemos; es un reflejo muy fiel de nosotros, no solo por acción (vrg., malas obras) sino por omisión (falta de exigir cuentas, de realizar control social). En una palabra: Bogotá es